sábado, 29 de diciembre de 2012

EDUCACION Y FEMINISMO



EL SENTIDO DE LA EDUCACIÓN

Alfabetización científica, filosófica y afectiva-emocional

Por Miguel Ángel Puerto Fernández

25-12-12

En el último número de la revista Cuadernos de Pedagogía, concretamente en su número 429 en la página 15, podemos ver que la Editorial Morata publicará un nuevo libro de José Gimeno Sacristán, titulado En busca del sentido de la educación. Valga decir que ya el título del libro es interesante  ya que nos plantea, al mundo educativo y pedagógico, una cuestión trascendental como base de las políticas educativas. Evidentemente aún no he podido leer el libro, sin embargo me gustaría exponer cual sería, desde mi punto de vista pedagógico, el sentido que hemos de buscar en la educación.

Quizás el sentido que doy a la educación sea un deseo quijotesco, quizás sólo sea un deseo tal que en la realidad consumista en la que vivimos sea irrealizable. A pesar de ello creo que es una utopía posible y realizable. Desde mi punto de vista, el sentido que hemos de buscar en la educación ha de ir dirigido a organizar y estructurar un sistema educativo en el cual la idea general que guíe los planteamientos curriculares sea la Alfabetización científica, filosófica y afectiva-emocional tanto del alumnado como de la comunidad educativa. Quizás este planteamiento procedente de Paulo Freire, en un mundo occidental hiperinformatizado e hiperconsumista, carezca de sentido, aún así, creo que el avance técnico no ha ido en paralelo del avance en la conciencia humana y menos aún en el reconocimiento del valor de lo femenino y de la feminidad como base de la vida cotidiana. Tal vez hayamos avanzado algunos pasos, pasando de una conciencia mística-mágica y sacerdotal hacia una conciencia cientificista. Sin embargo, presiento intuir que el alumnado llega a niveles superiores dentro del sistema educativo sin haber conseguido desarrolla íntegramente una conciencia desde la cual sea consciente de la importancia de luchar por ser un Ser  Humano sin castración afectiva o cognitiva, es decir, luchar por una personalidad íntegra (masculino-femenino).

Quizás lo que sí podemos afirmar es que el sistema educativo no debe seguir legitimando una ciencia y una filosofía que olvidan la interrelación cognitivo-afectiva. No podemos seguir legitimando un sentido educativo en el cual se enseñe que el científico y el filósofo deben estar “aislados” y “libres” de los afectos y las emociones. En este sentido, se sigue reafirmando, desde las escuelas hasta las universidades, un sentido educativo favorable al significado de la ciencia y la filosofía como ámbitos masculinos. Así se transmiten unas actitudes patriarcales, machistas y sexistas en relación con un mundo académico “aislado” y “libre” del mundo de la vida cotidiana.

Quizás por ello se sigue difundiendo, a través de los contenidos educativos, que la ciencia y la filosofía son asuntos de “Hombres” alejados de afectos y emociones que están unidas a la vida cotidiana e identificada con el mundo femenino. Romper este sentido educativo patriarcal, machista y sexista es trascendental para el desarrollo de una alfabetización en donde se interrelacionen la ciencia, la filosofía, la afectividad y las emociones; es decir organizar espacios educativos donde aprendamos y enseñemos a interrelacionar lo cognitivo con lo afectivo  y nos lleve a ver la importancia que tiene la interrelación entre el mundo académico y el mundo de la vida cotidiana. 

Las consecuencias para la Humanidad de seguir legitimando política y económicamente este sentido educativo patriarcal, machista y sexista no nos ayuda en la transformación pacifica de una sociedad occidental llena de violencia, de psicosis y de barbarie como hemos podido percibir en EE.UU con la reciente matanza en una escuela de Connecticut [1].Concretamente dicha sociedad violenta está basada en la Ciencia bélica o armamentística guerrera [2]. Y dicha ciencia está dirigida por científicos y filósofos a los cuales se les ha castrado su lado afectivo y emocional en beneficio de las industrias bélicas-armamentistas. Así surge la siguiente cuestión: ¿Qué sentido educativo tiene enseñar y educar, desde la infancia hasta la adultez, en una forma de hacer ciencia y filosofía , una forma de ser científico y filósofo, si más tarde el conocimiento se dedica a desarrollar una ciencia bélica y armamentista contra la propia sociedad y contra la propia Humanidad?.¿Es esto educación, enseñanza o más bien barbarie patológica psicótica de una civilización en decadencia?. Podemos mencionar, siguiendo el texto de Alejo Rossi, el ejemplo de Alfred Nobel. Nuestra sociedad moderna capitalista se enorgullece de un científico que desarrolló las arman automáticas y A partir de las armas automáticas, las guerras nunca más serían como antes”, afirma Rossi.

Alfred Bernhard Nobel (1833-1896), fue un científico sueco que se dedicó al desarrollo y producción de explosivos, entre ellos la dinamita, la gelinita y la balística. Independientemente de las aplicaciones en minería o demoliciones, resulta razonable considerar el hecho de que el origen de sus inventos estaba claramente orientado a la industria bélica. En particular, la balística y la pólvora sin humo, fueron expresamente desarrolladas para tal fin. En particular, la pólvora sin humo fue de vital importancia para el desarrollo de las armas automáticas, lo cual no es poca cosa si uno mira en términos temporales el desarrollo de armas en función de su capacidad destructiva. Este avance, en términos históricos fue un punto de inflexión para la industria bélica. A partir de las armas automáticas, las guerras nunca más serían como antes.”[3]
Así pues, una vez que José Gimeno Sacristán publique el libro sobre el sentido de la educación, mencionado anteriormente, podremos analizar y contrastar dicho sentido con el expuesto en este breve texto. Y por supuesto, realizaremos una exposición del mismo para ver diferencias y similitudes desde las cuales podamos aprender la comunidad educativa a construir un mundo educativo y cultural que evite la violencia, la barbarie y los comportamientos patológicos psicóticos.

NOTAS

[1]Una sociedad enferma de violencia. En Cubadebate.cu


[2]Rosi, Alejo (2012): El prestigio de los premios Nobel en el imaginario Occidental. Adelanto del libro “La Ciencia (es) bélica. Textos para el debate”

[3]Idem nota (2)


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